«Los alimentos biodinámicos y productos ecológicos son más caros«
Cuantas veces lo habré oído…
Es uno de los argumentos por el cual muchas personas no consumen alimentos orgánicos y biodinámicos. (Argumento… o mejor dicho, excusas)
Más bien es una cuestión de prioridades, no nos importa pagar un precio alto por una bebida alcohólica o unas vacaciones a la otra punta del mundo, pero si por una compra de productos alimentarios sin químicos.
Obviamente algunos consumidores no son conscientes de la gran diferencia entre alimentación y comida.
Y me explico…
Recientemente una multinacional de la alimentación como Nestlé ha reconocido en un documento interno que más del 60% de sus productos no son saludables.
Esta información fue enviada a los directivos de la empresa suiza a principios de año y ha sido publicada recientemente por el diario ‘Financial Times’.
Pero piensa una cosa, la salud es el capital de nuestra vida (aunque solamente seamos conscientes cuando carecemos de ella). Es como si te dijera que invertir en una buena alimentación es como tener un plan de pensiones. Inviertes en tu futuro.
Tener una alimentación sana es una garantía de prevención de muchísimas enfermedades de carácter genético como puede ser el cáncer.
¿Qué prevalece? ¿Tener una despensa de alimentos frescos, sanos y sabrosos libres de químicos o, con el tiempo, tener un armario lleno de medicamentos para frenar el dolor de las enfermedades causadas por una mala alimentación?
La respuesta es clara.
No se trata de vivir más años, sino de vivirlos mejor y gozar de una buena salud hasta el final.
Los que nos dedicamos a la agricultura consciente tenemos muy clara la finalidad de la industria agroalimentaria: ofrecer productos basándose en la cantidad sin valorar su calidad. Además de pagar un alto precio de la contaminación abusiva de la tierra y sus producciones.
Provocando que la recompensa a todo ese empeño sea ofrecerles a los agricultores precios miserables que reciben por su producción (haciendo que la continuidad de la agricultura convencional sea cada vez más insostenible).
Pero cuando hablamos de la agricultura orgánica, ecológica o Biodinámica, nos encontramos otra cosa totalmente distinta:
Los agricultores ecológicos y biodinámicos trabajan con precios justos y éticos.
Y quién mejor que ellos para saber el valor de su producción y los costes que representan.
Sí, algunas veces son superiores a los de la agricultura convencional por su reducción en superficie y por el aumento de la mano de obra en los cuidados del cultivo. Pero… ¿A cambio?: la plena confianza de saber que estás consumiendo productos naturales, alimentos cualitativamente mejores.
Además, los productos biodinámicos tienen una cotización superior a la media. Por ejemplo alimentos como el vino, el aceite o el cacao entre otros son algunos ejemplos que han sabido darle el valor a su producción.
De hecho en el mundo de la gastronomía este tipo de alimentos son muy codiciados precisamente por destacar en los aspectos organolépticos que tienen como el sabor, el aroma o la consistencia característicos de los alimentos producidos en agricultura biodinámica.
Y es que no se puede comparar un producto industrial con uno biodinámico.
No hay comentarios en Dicen que los alimentos biodinámicos son más caros … ¿Qué diferencias hay entre precio y valor?