Pasta cicatrizante: definición, receta y modo de empleo

La pasta cicatrizante lucha contra las enfermedades en la madera, las heridas de poda, los hongos u otras enfermedades criptogámicas.

Emplear pasta cicatrizante está especialmente indicado en arboricultura y en viticultura en los embadurnados de otoño y después de la poda.

¿Cuándo se aconseja aplicar pasta cicatrizante?

En el caso de la vid y los árboles frutales, la pasta cicatrizante es muy valiosa como preventivo general de las enfermedades criptógamas en el momento despunte del brote (fase de las puntas verdes o C) y una última aplicación en otoño (al iniciarse la caída de las hojas) permite luchar contra las enfermedades de la madera. En este caso es útil añadir la pasta cicatrizante a los embadurnados al principio y final del invierno.

Puede ser utilizada de manera bastante frecuente en los períodos cálidos y húmedos de la primavera, sobre todo cerca de la Luna llena y del perigeo de la Luna, pues estos son períodos muy propicios al desarrollo de las enfermedades criptógamas.

En el Curso sobre Agricultura Biológico-Dinámica, Rudolf Steiner concede una gran importancia a la arcilla como un elemento mediador, entre lo silíceo y calcáreo, que permite a las influencias del cosmos actuar mejor sobre las plantas. Las arcillas disponen de numerosas propiedades útiles en agricultura, tales como: 

• Su empleo en embadurnados como en el caso de los árboles y la vid
• Como complemento al azufre mineral permitiendo disminuir las dosis de éste
• Añadida a las infusiones de plantas, en particular la ortiga, para incrementar su eficacia
• Su empleo espolvoreado o en suspensión acuosa, para numerosos problemas de enfermedades y parasitismo.

Las caolinitas: por su poder de cobertura y cicatrizante, son adecuadas para los embadurnados a los que otorga una buena resistencia en el tiempo. La adición de silicato sódico en un 1% permite mejorar aún esta durabilidad.

En el caso de su empleo en embadurnado, se trata de una protección con carácter general para la corteza de los árboles y la protección de las heridas de poda, pero se puede apreciar una actividad particular sobre las colonias de pulgón lanígero y sobre los chancros.

Cómo utilizar la pasta cicatrizante

Utilizamos los embadurnados para árboles frutales, la vid, los arbustos de vayas, las frambuesas, los rosales, los setos, etc.

Para los árboles, el embadurnado de los troncos y ramas principales y la pulverización del conjunto del ramaje tras la caída de las hojas, antes del brote o después de la poda, son medidas indispensables y muy eficaces a largo plazo para el equilibrio general de los vergeles.

Ocurre lo mismo con la viña, que, para conservar un buen equilibrio sostenible, debería recibir una pulverización que cubra, al mismo tiempo, la cepa y los sarmientos después de la caída de las hojas y, después de la poda o antes del brote, una pulverización que cubra la cepa y los pulgares.

Existen 3 tipos de pasta cicatrizante. ¿Cuáles son?

1. El embadurnado espeso para los troncos y las ramas principales que se aplica con pincel, brocha o lanza de riego.

Para los arboricultores no profesionales es una medida fácil de realizar ya que son pocos los árboles que deben tratarse. En la arboricultura profesional o en viticultura, se reservará esta práctica del embadurnado espeso para las parcelas o los árboles que presentan grandes dificultades y para las plantaciones jóvenes.

2. El revestimiento por pulverización de troncos, ramas y corona de los árboles así como de los arbustos de bayas, las frambuesas, la vid, etc. Estas pulverizaciones más líquidas son fáciles de realizar con un pulverizador adaptado y en chorro fino de fuerte caudal.

3. El revestimiento espeso para la protección y cicatrización de las heridas de poda. Es de la misma naturaleza que el primero, del que difiere sólo en su método de empleo. Puede aplicarse con pincel, brocha, pulverizador o incluso con atomizador.

¿Qué ingredientes componen la pasta cicatrizante?

Los ingredientes y sus proporciones respectivas varían mucho según las recetas, pero la base siempre está constituida por:

• Estiércol de vaca. Sin paja y preferiblemente de vacas lecheras en período de lactancia, alimentadas con hierbas o forraje silvestre de calidad ecológica o biodinámica.
• Arcilla de tipo caolín (arcilla de alfarero, arcilla ordinaria) ya que se adhiere mejor y perdura más que las montmorillonitas o bentonitas (arcillas verdes o marrones), que se pierden rápidamente con las lluvias. También se pueden combinar juiciosamente varias clases de arcillas para disponer de propiedades complementarias. La arcilla debe diluirse previamente en agua para constituir un caldo ligero o una masa de crêpes más o menos densa según las necesidades.

Método de aplicación

Después de la obtención de una pasta suficientemente fluida, recubrir los troncos con la escobilla después de haberlos cepillado, preferiblemente a partir de Noviembre durante todo el período de poda (se puede aplicar en Febrero o Marzo, si no diera tiempo a hacerlo en su momento).

Mezclar a partes iguales estiércol de vaca, arcilla y la mitad de piedra basáltica y ceniza de madera noble y para su dinamización suero de leche. 

Para los embadurnados del tronco y la pulverización de todo el árbol, lo ideal sería hacer una aplicación en Noviembre después de la caída de las hojas y otra en Febrero o Marzo, antes del rebrote. Si estas aplicaciones se realizan cuidadosamente, podemos abstenernos de los tratamientos de invierno con los aceites blancos.

En situaciones difíciles, con fuertes contaminaciones de esporas de hongos parásitas o cochinillas, puede ser útil aplicar antes de estos embadurnados un Caldo Sulfo-cálcico en una proporción del 20% para volúmenes pulverizados de unos 500 o 700 litros.

Embadurnados para troncos y grandes heridas de poda

Revestimiento para las heridas y los cuidados del tronco.

Mezclar un caldo de arcilla (caolín) y estiércol de vaca a partes iguales. Añadir un 1% de decocción de cola de caballo dinamizada durante 20min. 

Las cantidades varían en función de la cantidad de enlucido deseada, es decir, en función del número de árboles a tratar. Se puede utilizar un 2% de silicato sódico si la cola de caballo no está disponible.

Aplicar una capa sobre los árboles, allá donde la corteza esté suelta o en mal estado, así como en árboles dañados o que han sufrido una poda severa, tras haber retirado todas las partes muertas de la corteza. También es una buena mezcla para las heridas de la poda.

¡Lo quiero!

Este revestimiento se aplica con pincel o brocha y puede conservarse durante algunas semanas. En cuanto huele mal ya no debe emplearse. 

La pasta cicatrizante no presenta ningún tipo de fitotoxicidad, pues es a base de estiércol fresco de vaca, arcilla, basalto, ceniza y suero de leche. 

¿Has podado? ¿Quieres proteger los cortes de posibles enfermedades? Esta es tu mejor opción: embadurna tus troncos con esta pasta cicatrizante